El aumento de la salinidad del suelo es un reto mundial. La salinización de los suelos agrícolas afecta a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo. Muchos de nosotros no nos damos cuenta, pero en invierno, los iones transportados por la sal gema utilizada para helar las carreteras pueden agravar el problema. Estudios realizados por investigadores de la Universidad Eötvös Loránd han demostrado cómo las altas concentraciones de sal afectan, entre otras cosas, al desarrollo de las plántulas de trigo que brotan en la profundidad del suelo y qué sales son más perjudiciales para las plantas.

La salinización del suelo afecta no sólo a la agricultura, sino también a los cultivos locales de los jardines situados en las inmediaciones de las carreteras, donde en invierno se aplican grandes cantidades de sal para deshelarlas. Las investigaciones demuestran que las altas concentraciones de sal afectan directamente al desarrollo de las plántulas, provocando incluso su muerte.

Los resultados muestran que el reverdecimiento, es decir, la biosíntesis de la clorofila y el desarrollo de los cuerpos de color fotosintéticamente activos, los cloroplastos, se inhibe en las hojas de trigo cultivadas en la oscuridad y expuestas después directamente a altas concentraciones de sal, lo que puede provocar la muerte de las plántulas.

A pesar de las consecuencias negativas, la eficacia de la sal gema en la prevención de accidentes es indiscutible. El sodio, la sal más utilizada, es la que tiene efectos más negativos, mientras que las sales de potasio y el cloruro cálcico son compuestos anticongelantes más respetuosos con el medio ambiente.

Según los investigadores, estos hallazgos podrían ayudar a los agricultores y a los profesionales del mantenimiento de carreteras a gestionar la retirada de la nieve y el deshielo de forma más sostenible, minimizando los daños medioambientales y favoreciendo la salud de las plantas.

+1: La sal gema en contacto con el agua de precipitación también daña el vehículo. Los iones resultantes aceleran la formación de óxido de hierro y erosionan las partes metálicas del coche. Para evitarlo, lo mejor es lavar y encerar el coche con frecuencia, sobre todo el chasis y los bajos.